Todavía había suficientes niños en las gradas que cuando la pelota salió volando del bate de Alex Verdugo hacia el cielo gris del atardecer, hubo un chillido audible y anticipado que la acompañó en su camino hacia la pared del jardín. Más tarde escucharán a sus padres y aprenderán las reglas fundamentales de los elevados […]
Yankee Stadium, otra vez como capital del béisbol
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